Yoga para niños

El yoga infantil puede ser una muy buena opción si buscas una actividad extraescolar para niños que necesiten calma y concentración. El yoga, que tiene como objetivo la unión entre el cuerpo, la mente y el entorno, fomenta la autoconfianza y la creatividad de los niños.

Conoce los beneficios que esta disciplina puede aportar a los más pequeños con esta entrevista que realizamos a la profesora Eva Olmos, especialista en yoga infantil del centro Esenciayoga:

¿Cómo inicias tus enseñanzas para practicar yoga infantil?

Fue a raíz de un curso de formación en una escuela en la que trabajé y empecé a tener curiosidad. Comencé a introducir aspectos del yoga en el aula y empecé a realizar más formaciones enfocadas a yoga para niños.

Enseguida comencé a dar clases y tuve la oportunidad de seguir aprendiendo de los niños, que me enseñan mucho.

¿Cómo es una clase de yoga con niños?

Una clase de yoga infantil es dinámica y creativa, en ella se mezclan historias, juegos, posturas, canciones… los niños se expresan allí de forma libre y aprenden a escucharse mutuamente en un entorno multisensorial que les permite familiarizarse con su cuerpo. ¡En las clases de yoga para niños podemos ser lo que queramos y viajar donde nos apetezca! Esto permite conocer y aprender sobre muchas culturas o animales. ¡Y les encanta!

¿En qué se diferencian las clases de yoga infantil de las de adultos?

Todo lo tratamos a través del juego, por lo que no suelen ser clases silenciosas ni tranquilas.

En las clases de yoga infantil trabajamos mucho en grupo, algo muy positivo ya que comprenden varias edades, de forma que los peques se relacionan con otros niños fuera de su grupo de iguales.

Cada clase es diferente, intentando presentar gran variedad de actividades para que no sea monótona y se aburran. En resumen, ¡son más activas y divertidas!

¿Qué disciplinas de yoga prácticas con niños?

Siendo tan pequeños, trabajamos de una forma más globalizada. Los niños aprenden en un entorno multisensorial ofreciéndoles muchos estímulos para ello.

¡En las clases de yoga para niños podemos ser lo que queramos y viajar donde nos apetezca!

De todas formas, en nuestras clases utilizamos muchos aspectos del Hatha Yoga, el cual se practica a través de las asanas y el pranayama. Es un método holístico, ya que tiene en cuenta tanto lo físico como lo mental, y sus posturas corporales aportan a los músculos tonificación, flexibilidad y un mayor control sobre el cuerpo, algo importante en estas edades, ya que están empezando a tomar conciencia de su propio cuerpo.

¿Qué beneficios tiene el yoga para tus pequeños alumnos?

Entre muchos otros, resalto los que considero más significativos:

• Mejora la fuerza y la flexibilidad, fortalece la coordinación y el equilibrio y ayuda a que se mantengan más erguidos.
• Alimenta la creatividad y ayuda a fortalecer la concentración.
• Enseña a relajarse y a reducir el estrés.
• Aumenta la autoconfianza y construye una autoimagen positiva.
• Fomenta la cooperación y el trabajo en equipo. No es competitivo y desarrolla su conciencia grupal.

¿Qué opinan ellos del yoga?

Al principio de cada curso les pregunto si saben lo que es el yoga y si lo practican en casa. Algunos me dicen que son posturas, otros contestan que lo importante es la respiración, ¡alguno incluso dice que está allí porque le han obligado!

Al final del curso les vuelvo a preguntar y las respuestas son muy diferentes: “El yoga es respeto por los compañeros, es hacer la actividad ayudando a los demás, es diversión, es magia…”

“El yoga es respeto por los compañeros, es hacer la actividad ayudando a los demás, es diversión, es magia…”

¿Qué es lo que más destacan de las clases?

Les gustan mucho las actividades en las que hay que moverse de forma muy activa y en las que participan de forma grupal.

Pero los cuentos o historias en las que viajamos a cualquier parte y nos podemos convertir en lo que queramos, ¡les encantan! Se muestran muy interesados en ellas y les gusta participar para elaborar aventuras diferentes.

¿Qué materiales utilizáis en las sesiones?

¡Muchísimas cosas! Plumas, pelotas de ping-pong, globos, muñecos, aros, tarjetas de asanas, palos de madera, mandalas (para colorear), pañuelos, cuentos (ya sean editados o inventados), bolas de colores, cuenco tibetano, etc. Casi cualquier material sirve para una clase de yoga con niños. Pero ¡sobre todo la imaginación!

¿Qué es lo más enriquecedor de trabajar con niños?

Para mí, todo lo que aprendo de ellos. Cada vez que entro en un aula o que empiezo una clase de yoga, me olvido de todo lo demás. Toda la energía positiva que desprenden y su forma de ver las cosas se contagia y me convierto en uno más.

Cada niño es un mundo, poder facilitarles herramientas para que puedan conseguir lo que se han propuesto, desde hacer una determinada asana a ponerse de pie en caso de que no sepan andar, y estar ahí para ver cómo lo consiguen resulta muy enriquecedor.

El yoga, que tiene como objetivo la unión entre el cuerpo, la mente y el entorno, fomenta la autoconfianza y la creatividad de los niños.

Ahora que ya conoces los beneficios del yoga para niños, ¿te animas a llevar a los más pequeños a probarlo?

Namasté ☺