STRAP DE TRANSPORTE GRATIS CON TODOS LOS PEDIDOS DE ESTERILLAS.

108 saludos al sol, o la magia de repetir

Y es que aunque todo debería estar a nuestro favor, para lograrlo a veces hay que hacer piruetas, tanto mentales como físicas. Lo curioso es que unas ayudan a las otras. Sí, porque trabajando la mente preparamos al cuerpo para que nos siga, y viceversa: dando las correctas órdenes al cuerpo, le hacemos un enorme favor a nuestro vertiginoso pensamiento.

¿Cómo empezar? Estrena un día, hoy mismo, saludando a lo que nunca falla, por muy nublado que esté: el astro rey.

Elsaludo al Sol –Surya Namaskar– es sobre todo una práctica yogui, aunque admite a cualquier persona de cualquier condición física. Y aunque desde fuera parece una coreografía improvisada e infinita, los puristas lo realizan 108 veces seguidas, sin pausa, convirtiéndolo en un mantra corporal verdaderamente purgante. Pero no te agobies, no es necesario hacer cien saludos para sentirse bien. Con cinco o diez, la sensación ya es maravillosa.

1 + 0 + 8

Varias tradiciones coinciden. Hindúes, budistas, el islam y el zen chino, todos asignan al número 108 un valor espiritual. El 1 representa a Dios, lo divino; el 0 es el vacío; y el 8 simboliza lo infinito. A su vez, 108 se compone de 3 dígitos, es múltiplo de 3, y la suma de sus 3 cifras da 9, que es 3 veces 3. Pero no acaba aquí la cosa para este sagrado guarismo. El cuarto chakra –Anahata–, el del corazón, está formado por 108 líneas de energía que confluyen en él; dicen que los estados del alma son 108; el alfabeto sánscrito consta de 54 letras, en femenino y en masculino, que sumadas hacen 108; la distancia entre el Sol y la Tierra resulta 108 veces el diámetro del Sol.

¿Seguimos? Se cree que nuestros deseos mundanos son 108, y también 108 las mentiras que fabulamos, como 108 las formas que posee la ignorancia. En astrología, hay 12 casas y 9 planetas, cuya multiplicación revela de nuevo 108; en la tradición india hay 108 formas de danza, etcétera, etcétera. Podríamos encontrar muchísimos hallazgos que hicieran de este número el mejor, pero quédate con esto: una retahíla tan intensa de saludos al Sol es altamente beneficiosa.

La base, el saludo al Sol, es una serie de diez asanas acopladas mediante un ritmo constante y fluido a través de la respiración, cuyo vaivén corporal y mental renueva la energía a un nivel muy elevado. “Te despierta, te estira. Te centra y te relaja. Esta práctica te trae inmediatamente al presente, dejas el piloto automático. Además favorece la agilidad, la consciencia corporal. Al ser un enlace continuo de aire, cuando se repite tantas veces, se convierte en una meditación activa”. Son las palabras de nuestra embajadora Laura Tello, profesora de yoga en Madrid, “y ante todo eterna alumna”, que nos desgrana en la siguiente entrevista las bondades de los 108 Saludos, un ritual que se suele realizar en ocasiones puntuales: cambio de estaciones, cumpleaños, para cerrar o abrir algún ciclo vital…

Por cierto, ¿es recomendable realizarlo por la mañana?

Creo totalmente que cada persona debe adaptarse a sus horarios, así como a sus biorritmos. No comparto para nada la opinión estricta de muchos yoguis sobre tener que practicar a primera hora del día. Depende de cada uno. Los saludos al sol se pueden realizar en cualquier momento. Y es igual de gratificante por la mañana que por la noche. Algunas personas sostienen que ha de ser por la mañana, por aquello de despertar al cuerpo, pero sienta fenomenal tras una jornada de trabajo, estudio, etc. para relajar, estirar… y sobre todo fluir y concentrar la mente.

¿Crees que es fundamental comenzar el día poniendo consciencia en el cuerpo?

Siempre es bueno “bajar al cuerpo”, precisamente para amarrar bien a la mente. Cuando pones el foco en la respiración y en las sensaciones corporales, estás aquí y ahora. De eso se trata, que ya es mucho, porque casi siempre estamos proyectando mentalmente.

Muchas personas se quejan de que les viene justo para vestirse y llevar a los niños al cole. ¿Cómo encontrar tiempo para los 108 saludos al Sol?

Menos es más. Es decir, no hay que practicar una hora si no puedes. Lo único importante es buscar un momento de concentración, ese paréntesis para uno mismo; parar aunque sean cinco minutos y dedicártelos respirando, sintiendo el cuerpo. Lo fundamental es centrarse en la respiración consciente, en sincronizar los movimientos con la respiración, estés ocho minutos o media hora.

Esta época de pandemia nos está empujando a buscar en estas disciplinas cuerpo-mente un poco de serenidad. ¿Nos olvidaremos cuando todo esto pase?

Nunca es tarde. Si practicas asiduamente y con consciencia, enseguida percibirás los beneficios y ya no podrás dejarlo; se convertirá en algo básico en tu vida. Y si por alguna razón lo dejas de lado, seguramente terminarás retomándolo, porque echarás de menos la increíble sensación de armonía que te proporciona. Eso lo puedo asegurar.

Join our

SELF LOVE CLUB